Recordé entonces aquel libro de Jeanette Winterson, Art and Objects, en que la autora sostiene que cuando nos plantamos ante una obra de arte y la acusamos de ser incomprensible o imprecisa o insuficiente, somos nosotros quienes deberíamos cuestionarnos, pensar qué nos pasa, adivinar por qué somos incapaces de entender o apreciar lo que tenemos delante.
Flavia Company, Los espejos
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