Renoir trabaja buscando un equilibrio constante: un detalle chusco compensa una nota trágica, las nubes que corren por encima de Gabin van contando sus penas, o las locomotoras pasan tras la ventana del cuartucho donde Fernand Ledoux empieza a sospechar de su mujer.
Françoise Truffaut, Las películas de mi vida
No hay comentarios:
Publicar un comentario