Cada uno en su lugar
Un crimen alivia el dolor y coloca, al fin, a cada uno en su lugar: al muerto en su caja; al asesino en la huida; al inductor en la culpa; a los herederos en la nostalgia, y, a los espectadores, en la buena conciencia.
Hay situaciones en las que no se puede salir sino a través de un crimen.
Juan José Millás, El desorden de tu nombre
No hay comentarios:
Publicar un comentario